Friday, October 14, 2005


Re-emergencia de la centro- izquierda: ¿respuesta latinoamérica al modelo neo-liberal?

Rodrigo Álvarez Valdés (*)
[This article-opinion was pusblished in La Segunda-Online newspaper on 13/04/05]


Pasados ya 15 años desde la ‘imposición’ del modelo neo-liberal en Latinoamérica, la actual situación política invita a una reflexión sobre lo que parece ser una tendencia indesmentible: la emergencia de fuerzas políticas de centro-izquierda como balance de las políticas económicas neoliberales surgidas en los 90’s.
Primero fue la experiencia asiática del crecimiento guiado por las exportaciones ( 60’s y 70’s ) Luego en los 80’s las experiencias de EE.UU., Inglaterra y Nueva Zelanda. No fue extraño, entonces, que para 1989 se concretara la idea ‘universalista del éxito’ del modelo ‘neo-liberal’. Así, y como el resto del mundo, Latinoamérica en los 90’s no quiso y no pudo estar ajena al cambio.
Los 80’s habían demostrado -en Latinoamérica- que el modelo ‘aislacionista’ había cumplido su ciclo. A diferencia del crecimiento del 6% experimentado entre 1950-80, la ‘década perdida’ ( 1981-89 ) mostraba un discreto PIB del 1,8%. Por el contrario, los 90’s –con el modelo ‘neo-liberal’- fueron testigos de un ‘repunte económico’ que generó un crecimiento promedio de 3,5%. Los nuevos datos demostraron que el nuevo modelo superaba los resultados conseguidos durante los 80’s; pero también mostraron que no se había recuperado el paso de las ‘décadas de oro’ ( 1950-80 )

Además, el nuevo modelo ha demostrado –como había sucedido con el anterior- tener deficiencias. Primero, su vulnerabilidad a los flujos de capital. Segundo, la extremada ínter-conectividad del sistema, lo cual permitía transformar crisis económicas locales en globales ( México 1995, Asia 1997 y Rusia 1998 ) Tercero, el nuevo modelo tampoco resolvió problemas endémicos como educación, salud y distribución del ingreso; finalmente, y a diferencia de lo que había postulado, el modelo destruyó casi por completo la inicial e incipiente industrialización alcanzada entre los 50’s y fines de los 70’s.

Como consecuencia, los países de la región habrían iniciado un proceso de re-lectura del modelo neo-liberal. Señal de esto ha sido el cambio experimentado –desde el fin de los 90’s- en las corrientes políticas que encabezan los gobiernos: Venezuela en 1998 ( Hugo Chávez –Partido Movimiento de la Quinta Republica de tendencia Izquierdista ) , Chile en 1999 ( Ricardo Lagos –del Partido por la Democracia y de tendencia Socialista ) , Brasil en 2003 ( Luiz Inácio Lula Da Silva –del Partido de los Trabajadores y de tendencia Socialista ) , Argentina en 2003 ( Néstor Carlos Kirchner –del Partido Peronista y de tendencia izquierdista ) , Bolivia en 2003 ( Carlos Mesa –reconocido emenerrista y de tendencia izquierdista ) , Paraguay en 2003 ( Nicanor Duarte –del Partido Colorado pero de la tendencia m á s conservadora del partido y ligada a una herencia estatista y populista del Paraguay ) , Ecuador en 2003 ( Lucio Gutiérrez Borbúa –del Partido Sociedad Patriótica del 21 de Enero y de tendencia populista de centro-izquierda] ) y en Uruguay en 2005 ( Tavare Vásquez –del Partido Izquierdista Frente Amplio y de tendencia Socialista ) En México, si bien aún permanece como una incógnita, ya existen voces que vaticinan que en las elecciones presidenciales de 2006 este país estaría girando hacia un gobierno de tendencia izquierdista. Así lo deja ver el avasallador avance del actual Jefe de del Distrito Federal mexicano, Andrés Manuel López Obrador; quien es visto como la alternativa a la actual línea pro libre mercado desarrollada por el Presidente Vicente Fox.

Sin embargo, el proceso no ha estado exento de profundas crisis de carácter social, política y económica. En Venezuela Hugo Chávez llegó al gobierno apoyado por el partido popular ‘Movimiento de la Quinta República’. Desde su arribo al poder , Chávez ha promovido políticas públicas que han intentado reformar áreas sensibles para el sector privado venezolano como para los intereses de las transnacionales (principalmente del sector petrolero y del sector agrario ); y se ha declarado contrario a los planes económicos promovidos por el FMI y el Banco Mundial.

En el caso de Brasil, la llegada en 2003 de Luiz Inácio Lula Da Silva al gobierno ha sido también interpretada como una ‘reacción’ al neoliberalismo. Lula Da Silva, quién recibió el apoyo del ‘Partido de los Trabajadores’, reemplazó a una heterodoxa coalición política integrada por dos partidos de centro-derecha ( Frente Liberal y Partido Laboral Brasilero ) y el partido social-democrático. Para Lula Da Silva, Brasil ha sido expuesto ( por el neoliberalismo ) a recetas económicas desastrosas, las cuales han dañado su capacidad productiva, debilitado la habilidad del estado para regular las fallas de mercado e incrementado su vulnerabilidad a las presiones y crisis internacionales.

En el caso de Argentina el cambio ha sido dramático. Sólo en 2003 con la llegada de Néstor Carlos Kirchner –y luego de un alto costo social, político y económico- la nación ha logrado ordenar y reorientar su modelo de crecimiento económico. Kirchner, desafiando los ‘consejos’ y ‘recomendaciones’ de las instituciones financieras internacionales anunci ó un cambio severo en las bases del modelo de crecimiento económico.

Bolivia, por su parte, está en la disyuntiva de proseguir con su idea de apertura a través de la ‘capitalización’ o dar el paso ( forzado por los intereses y las presiones de las transnacionales ) hacia un estado mas profundo de ‘privatización’. El dilema para el actual presidente de Bolivia Carlos Mesa no es sencillo de resolver. Mesa fue investido como presidente en el convencimiento de que temas tan sensibles como los acuerdos de libre comercio, la ley de hidrocarburos y la re-nacionalización de las empresas consideradas estratégicas ser í an resuel tos a favor de la sociedad boliviana y no en pro de los intereses del modelo neo-liberal.

No queda claro si ha sido una coincidencia, una paradoja o consecuencia del repunte de la economía internacional, no obstante los cambios experimentados en las líneas ideológicas de los distintos gobiernos han coincidido con un repunte en las economías de la región. Argentina creció 8.2% en 2004 , poniendo fin a cuatro años de desaceleración económica ( – 4.9% entre 1999 y 2002 ) Brasil creció un 5,2% en contraste con el moderado 3.4% alcanzado entre 2001 a 2003. Venezuela, por su parte, alcanzó un crecimiento del 18% recuperándose del –9.7% de 2003. Y Uruguay ( quizás empujado por el repunte de Argentina y Brasil ) crec ió un 12% dejando atrás el promedio de –5.4% experimentado entre 1999 y 2002.

Mas allá de los resultados económicos, para Latinoamérica este nuevo escenario es –sin duda- un enigma, desde que aún no esta claro si es que estamos presenciando sólo a una ‘calculada ilusión’ creada por el poder cambiante y amoldable del neo-liberalismo o estamos en presencia de una real ‘nueva centro-izquierda gobernante’ que tiene como su principal objetivo el ‘humanizar’ el ya probado sistema ‘neo-liberal rentista’ o el intentar cambiar totalmente el actual sistema cerrando un ciclo.

(*)
Doctorando en Estudios Políticos. Universidad de Auckland, New Zealand.
Master of Arts in International Political Economy, Universidad de Tsukuba, Japan.
Master of Arts en Estudios Internacionales (c), Universidad de Chile, Chile.

3 Comments:

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